Fue para silenciarlo. Agentes de la División de Investigación de Homicidios reportaron que la víctima presentaba heridas punzocortantes que no podrían haber sido autoinfligidas. Fraguaron una carta en la que supuestamente Burga decía que se quitaba la vida porque no soportaba perder a su familia y a su empresa Frigoinca.
El empresario Nilo Burga Malca no contemplaba el suicidio como una opción en su estrategia para evadir responsabilidades relacionadas con el caso de su empresa Frigoinca, que comercializaba conservas de cerdo, res y pollo a los contratistas del programa de alimentación escolar Qali Warma.
Cuando el 6 de octubre de este año el dominical ‘Punto final’ difundió el primer reportaje de investigación sobre Frigoinca, Nilo Burga se dio cuenta de que la información había salido del teléfono celular que le había asignado a su vendedora estrella, Noemí Alvarado Llanos. Entonces, Burga presionó a Alvarado para que se autoinculpara.
‘Punto final’ reveló que cuando se detectaron episodios de intoxicación de escolares en Puno y Cajamarca después de consumir los enlatados de Frigoinca, Noemí Alvarado, con autorización de Nilo Burga Malca y de su hijo Michael Burga Farro, pagó sobornos a funcionarios públicos para reportar que las causas no eran atribuibles a la empresa de las conservas ‘Don Simón’.
Noemí Alvarado alegó que su expareja le había robado el teléfono, pero Nilo Burga no le creyó e insistio para que se declarar culpable ante la fiscalia. Alvarado estaba muy asustado.
Así que el 12 de noviembre, Alvarado se presentó en el dominical ‘Cuarto poder’, confirmó la veracidad de la información sobre las coimas, solicitó acogerse a la colaboración eficaz y también protección para ella y sus hijos, porque temía la venganza de su jefe, Nilo Burga.
