Mensaje vacío. El presidente del Congreso dejó más dudas en una conferencia de prensa realizada mientras la Fiscalía intervenía las oficinas del Legislativo. Además, nombró a un miembro de la Coordinadora Republicana como jefe de la Oficina Legal y Constitucional. Hoy viaja a China sin resolver el escándalo. 

El presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, se dirige hoy a China después de no lograr esclarecer cómo Jorge Torres Saravia, un exfuncionario bajo investigación por una supuesta red de prostitución en el Parlamento, llegó a ocupar el cargo de jefe de la Oficina Legal y Constitucional de dicha institución. Durante una conferencia de prensa, Salhuana recurrió al mismo argumento que utilizó el año pasado su oficial mayor, Giovanni Forno: desconoce quién recomendó a Torres Saravia.

“Cuando llegamos a la presidencia, el señor se encontraba ya trabajando, pero sucedido los hechos, lo hemos retirado y él ya no pertenece al Congreso”, dijo ante la prensa. Es cierto que cuando Salhuana llegó a la Mesa Directiva, Torres Saravia ya era jefe de la Oficina Legal, pero tras el escándalo, Salhuana y Forno no aclaran quién proporcionó el CV de Torres Saravia.

Pero sigue siendo una incógnita cómo llegó Torres Saravia a esa jefatura. Y ningún alto mando del Legislativo es preciso con esa información. La falta de claridad provocó que un sector del Parlamento pida la salida de Forno.

Horas antes de la conferencia, diversas bancadas – Renovación Popular, Bloque Democrático Popular, Bancada Socialista y Podemos Perú – le pidieron a Salhuana que lo retire porque cuando fue interrogado en la Comisión de Fiscalización, reconoció su responsabilidad en contratar a Torres Saravia, pero dijo no recordar quién lo recomendó.